DIBS EN BUSCA DEL YO
La terapia centrada en el niño es un medio para ayudar de una manera no agresiva al niño. Se utiliza el juego como herramienta principal. El objetivo se centra en expresar determinados conflictos a través del juego. Se acepta al niño como es, con sus conductas y características, y no se le fuerza a ser como no es. Durante el tiempo en que se lleva a cabo la terapia el terapeuta espera, asiste y juega con el niño. Participa si éste lo pide, es un facilitador para rescatar ese potencial que el niño tiene para superar sus dificultades. Se establecen unos límites mínimos, cuando se juega se le dice al niño ´que no debemos hacernos daño´´.
¨Erickson nos dice que el juego es una función del yo, un intento de sincronizar los procesos corporales y sociales con el si mismo¨. Con esto podemos ver que el juego es parte esencial de nosotros. El juego tiene una función de comunicación, con el juego se ayuda a los niños a expresarse y resolver sus conflictos.
Al estar centrados en el niño el terapeuta acepta lo que el niño quiere dar con el juego. El terapeuta debe de estar alerta para reconocer los sentimientos que expresa el niño. El terapeuta debe de tener toda la disposición, paciencia, respeto, consideraciones por el niño. El terapeuta solo interviene para establecer limitaciones necesarias y concientizar al niño de su relación y responsabilidad terapéutica.
La terapia de juego ofrece la responsabilidad al niño de expresar sus sentimientos, emociones tales como miedo, ira, odio, así como también expresar la soledad, falta de adaptación social entre otros problemas. Ofrece que el niño se exprese en un medio seguro como lo es el juego.
El juego se da dentro de un cuarto, el cual propicia seguridad y crecimiento. En este cuarto el niño es lo mas importante, el puede controlar la situación y nadie le dice que debe de hacer. Puede expresarse libremente ya que este cuarto es su mundo.
La terapia de juego es un método que ayuda al niño a ayudarse a si mismo. Se basa en el hecho de que el juego es el medio natural de expresión de un niño. Por medio del juego los niños expresan sus sentimientos y problemas. Los niños pueden actuar sus tensiones, frustraciones, inseguridades, agresiones, temores y confusiones entre otros problemas. El poder actuar estos sentimientos hace que el niño se exprese abiertamente y aprenda a enfrentarse a ellos y a controlarlos o rechazarlos. Mediante el juego el niño logra relajarse y darse cuenta que tiene un poder para ser individuo y lograr una madurez psicológica.
Lo expuesto en esta teoría se puede ver en el Libro: Dibs en busca del Yo mediante la conducta del niño y el trabajo de la terapeuta durante la terapia que el niño llevo. Se puede denotar que el cambio de la conducta de Dibs era notorio conforme avanza la terapia de juego no directiva. Al inicio Dibs era un niño que sus síntomas podían ser confundidos con un autismo o incluso con un retardo mental.
No hablaba en absoluto, se quedaba sentado por un tiempo prolongado sin dirigir una sola palabra, inmóvil o se arrastraba en el piso por todo el salón de clases. A veces hacia berrinches y se tornaba violento cuando era hora de ir a casa o alguien forzaba a que realizara algo que Dibs no quería. No tenía contacto con otros niños, ni tampoco con las maestras. Su resistencia ante el seguimiento de instrucciones era terca y persistente. Presentaba comportamientos como examinar escrupulosamente las cosas y los libros los escudriñaba como que si realmente los leía, pasando cuidadosamente hoja por hoja.
Cuando Dibs tuvo su primera sesión en el cuarto de juegos, él se mostró curioso, deletreaba las palabras cuando se refería a objetos específicos, se dirigía hacia la psicóloga en tercera persona, siendo difícil la formación de frases completas. Dibs realmente no sabía qué hacer en el momento en el que se encontraba en el cuarto de juegos. Por lo general en la mayoría de las sesiones enfatizaba el cerrar con llave la cerradura de la casa de muñecas, enterrar soldados en la caja de arena, evitaba jugar con la pintura debido a que esta manchaba los dedos y esto le generaba angustia la cual debía limpiar constantemente con el papel.
Con forme las sesiones avanzaban, se podía denotar que la expresión de Dibs realmente era distinta a comparación con un niño de su misma edad. Dibs no tenía ninguna enfermedad mental, ni mucho menos un retraso mental, si no que al contrario, Dibs era un niño sumamente inteligente, con dificultad de expresión emocional y verbal.
Posteriormente, Dibs era capaz de expresar sus sentimientos, de sentirse aceptado, encontró un espacio en la que él podía por medio del juego exteriorizar el conflicto que él tenía con ambos padres y su hermana menor. Era un niño calmado, feliz, ya no hacía berrinches y lo principal, es que supo que era normal el sentirse así y cuando él se aceptara tal y como es. Su conducta iba a mejorar y su entorno lo iba a percibir de una manera distinta. Aumento su interés en lo que sucedía en la dinámica familiar, y ya entablaba una conversación y juego con su hermana menor. Dibs era un niño que mostraba afecto y era capaz de comentar por su propia iniciativa situaciones que él quería expresar.
Dibs realmente disfrutaba el ir a sus sesiones al cuarto de juegos, tanto que al finalizarlas, Dibs se sintió identificado con la experiencia, cambio su forma de ser con su familia.
Lo más importante en todo este proceso es que no solo la conducta de Dibs cambio, si no que hubo una aceptación por parte de los padres, el rechazo que había hacia él. Al momento en el que se dio esta aceptación se modificó en general la dinámica familiar hacia el bien, beneficiando a Dibs en todo ámbito.
Opiniones sobre el trabajo del psicoterapeuta
La Psicoterapeuta realizó un excelente trabajo con Dibs, logró el cambio que él necesitaba para desarrollar todas sus habilidades y destrezas. Nos pareció que supo marcar su distancia tanto con las maestras, la mamá y con el mismo Dibs y no involucrarse, dejar que el niño fuese el que diera la pauta para trabajar.
El trabajo de un psicoterapeuta no es fácil, se debe tener un silencio intrapsíquico, una gran capacidad de reflejo y recapitulación y un buen manejo del silencio, cosas que Miss A las logró aplicar satisfactoriamente.
En nuestra opinión Miss A realizó un buen trabajo psicoterapéutico con Dibs, logrando que el niño tuviera cambios significativos en su vida.
Bibliografía
Axline, Virginia. Dibs en busca del yo. Editorial Diana S.A. México. 2005
Axline, Virginia, Terapia de juego. Editorial DIANA S.A México. 1983
Álvarez, Rocio. Médicos de Ecuador. Principales enfoques de la terapia, avances e innovaciones. Terapia de juego. Disponible en: http://www.medicosecuador.com/rocio_alvarez/articulos/terapiajuego.htm
West, Janet. Terapia de juego centrada en el niño. Editorial Manual Moderno. México. 2000
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